Rubén Rojas Breu
POR QUÉ Y PARA QUÉ DE MI
DOCUMENTO “ARGENTINA, EL PROYECTO”
Con la
publicación del documento “ARGENTINA, EL PROYECTO” en
rubenrojasbreuelaula.blogspot.com, consumo varios propósitos, así como
satisfago un deber que me impuse diría, sin exagerar ni alardear, desde tiempo
inmemorial dentro de los límites de mi vida.
El
deber que me impuse desde tanto tiempo atrás es el de plantear, proponer y
demostrar a las argentinas y argentinos, a mis compatriotas, a mi pueblo que es
posible otra Argentina.
Es
posible una Argentina en la que se alcancen y plasmen los objetivos de la
emancipación y la plena realización.
Para
ello, es un primer gran paso poner en negro sobre blanco los fundamentos, los
conceptos, las propuestas y los lineamientos que hacen a un Proyecto de tamaña
envergadura.
Cabe
aclarar que el antecedente más reciente y acabado es el MODELO ARGENTINO PARA
EL PROYECTO NACIONAL cuyo autor fue Juan D. Perón, quien lo dio a conocer en
vísperas de su fallecimiento, en mayo 1974.
Lo
que yo acabo de publicar es una versión actualizada, comparativamente más breve
y con un enfoque relativamente distinto, aunque comparto con tan ilustre
antecedente:
- · El
compromiso sin cortapisas, inclaudicable, con el pueblo y la nación, con
trabajadoras y trabajadores,
- · La
orientación general, las bases ideológicas o doctrinarias, los postulados y
gran parte de los contenidos.
Desde
luego, otros antecedentes valiosos tuve en cuenta para la elaboración del Proyecto
que he presentado, destacadamente el ideario y la acción de los próceres de
nuestra Independencia – Moreno, Belgrano, Castelli, San Martín, Artigas - y
también de quienes, aún controversiales, proponían un Proyecto de país, v.g.,
Alberdi y Sarmiento.
Los
basamentos personales para la elaboración del Proyecto son mi extensa trayectoria
política iniciada a mis doce años de edad y mi condición de científico e
investigador social.
Por
cierto, y sin la menor intención de jactancia, no soy un creído de nada, sé que
tales basamentos son una rareza, no se los halla en las dirigencias; lo que
hago es ponerlos al servicio de una causa, nada más y nada menos.
Sirva
como ejemplo de lo antedicho que el ocasional presidente libertario no tiene
trayectoria política; él mismo se declara abanderado de la antipolítica.
Tampoco es científico y, más aún, muestra hostilidad hacia la ciencia.
Con
mi documento “ARGENTINA, EL PROYECTO”, pretendo:
1.
Despertar la convicción de que es factible y
deseable una Argentina que llegue a ubicarse entre las naciones más avanzadas
del planeta, una Argentina justa y soberana
2.
Contribuir hasta donde se pueda a generar una
convocatoria, aunque fuese de limitado alcance; por algo se empieza
3.
Contar con una herramienta para el debate tan
necesario
4.
Mostrar con elocuencia la importancia de disponer
de un Proyecto lo cual implica un rumbo, implica contar con conducción
política.
Conducción
política es mucho más y muy distinto de liderazgo, de tener o seguir a un líder.
Conducción
política es
-
la articulación entre toma de iniciativa y
síntesis, o sea,
-
entre asumir un lugar de anticipación
-
y la capacidad y vocación para convocar a la
más amplia diversidad de actores y de sectores
-
que tienen en común la aspiración encomiable
de construir una nación justa y soberana
-
con el protagonismo de su pueblo
-
con propósitos cardinales como el de proyectarse
activa y solidariamente sobre el mundo
-
al mismo tiempo que alcanzando el pleno
desarrollo y el bienestar colectivo.
Mis
dos basamentos, trayectoria política y ciencia, me hacen obligadamente distinto
de lo que se conoce como “intelectual”.
Tomo
distancia respecto de los y las intelectuales con más razón si se tiene en
cuenta que tiran para abajo, entretienen con análisis y discursos inconducentes
y poco y nada se apoyan en la praxis política o en la investigación científica
de los comportamientos sociales y políticos.
Tanto
el militante o el dirigente político como el científico social o de lo Humano,
tienen el deber de comprometerse con su tiempo, de contribuir a la formulación
de proyectos y de aportar a la construcción y eficacia de la conducción
política.
Soy
consciente de que el desánimo colectivo, el comprensible escepticismo
generalizado y la prédica de los grandes concentradores de poder y sus escribas
atentan contra la idea de un Proyecto y, por lo tanto, contra la toma de
contacto con mi publicación.
Soy
consciente también de que corro el riesgo de ser considerado cándidamente
optimista, voluntarista o no avispado sobre la realidad o acerca de que vivimos
un mundo en el cual ya está todo cocinado.
Pero
no hacerlo sería fallarle a mis convicciones y a quienes me debo.
Resignarme
y renunciar no va conmigo.
Así
que espero que estas líneas y, sobre todo, mi documento “ARGENTINA, EL PROYECTO”
brinde a quienes se interesen, a quienes lo lean, el estímulo, la esperanza y un
instrumento con que afrontar animosamente este presente brutal y desolador, así
como una guía para atreverse a generar las estrategias y acciones para superar
tal presente y empezar desde ahora con la gran tarea de construir una Argentina
a la altura de quienes la amamos.
Rubén
Rojas Breu
Buenos
Aires, diciembre 19 de 2024
Postdata:
Anulación de la Ley Bases ya.
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