Rubén Rojas
Breu
ANÁLISIS
CRÍTICO DE LO QUE ANUNCIA Y ENUNCIA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER
Este análisis
se basa en:
- - la entrevista de la lideresa del kirchnerismo con el periodista Gustavo Sylvestre en C5N
y
- -
en el aviso de lanzamiento de su candidatura a diputada
provincial bonaerense.
En ambas
producciones propagandísticas anuncia y se anuncia su candidatura.
La totalidad
de lo que enuncia para fundamentar tal noticia es materia conocida: nada nuevo
bajo el sol.
Su apuesta es
estricta y obstinadamente electoralista.
Su discurso se
centra en oposiciones tales como “mileísmo versus antimileísmo” o “motosierra
versus protección”, entre otros falaces antagonismos que subyacen a tales
oposiciones.
Los
antagonismos en los que realmente estamos inmersos, todos ellos concatenados,
son:
- País satélite, achicado y pauperizado
versus
Nación plenamente soberana, justa, desarrollada
al nivel de las potencias y con protagónica proyección geopolítica
-
Despotismo versus Pueblo como protagonista.
- Régimen corrompido y para privilegiados
versus
Estado y sistema político-institucional
confiables y eficaces
-
Electoralismo e internismos
versus
convocatoria en pos de objetivos trascendentes.
En sus exposiciones y propuestas, CFK no supera los límites impuestos
por el modelo de un país rebajado, ni entiende acabadamente qué es el Pueblo,
ni define caminos realmente transformadores de un régimen político-institucional
obsoleto ni convoca.
Particularmente, oficializó el comienzo de su campaña electoral como
candidata a diputada provincial de Buenos Aires convalidando el caduco régimen
electoral, participando de internismos estériles y agobiantes, persistiendo en
poner freno a la movilización popular cada vez más potente optando por resolver
en urnas engañosas conflictos severísimos que sólo pueden encararse
exitosamente desde la POLÍTICA, desde la Política con mayúsculas.
Se ciñe a la unidad del “peronismo”, de un seudo peronismo conservador
y politiquero que no guarda ningún vínculo con el fundacional, con el creado y
conducido por Perón y aquellas organizaciones y líderes relevantes surgidos en
1945.
Tampoco en sus manifestaciones hace ninguna autocrítica.
No revisa su acción gubernamental en la cual nada hizo para construir
una nación plenamente desarrollada que talle en el planeta y que asegure para
argentinas y argentinos el mayor bienestar.
Omite también que fue la “estratega” que ungió a Daniel Scioli, a
Alberto Fernández y a Sergio Massa.
Por supuesto, no ve o no quiere ver que tanta insuficiencia de su parte
y de su facción contribuyó sustancialmente a que hoy estemos padeciendo al
antipopular y antinacional gobierno libertario que se conduce con tanta
crueldad y ejerce violencia de toda índole contra las mayorías.
De tal manera, CFK, sus apoyos y sus adherentes apuestan a los
comicios de setiembre y octubre imaginando una batalla épica contra la bestia
libertaria.
Ni siquiera tiene en cuenta la magnitud y el significado de la
voluminosa abstención electoral, un indicador del divorcio entre el Pueblo y
las dirigencias, incluida la kirchnerista.
En su aviso de lanzamiento de la campaña hace una autobiografía de
tenor escalafonario:
"Ella ya fue casi
todo. Primera dama, senadora, Presidenta.”
Llamada por la Historia (lo que puede la egolatría) se aviene a
candidatearse como mera diputada provincial.
No incluye en su desglose biográfico el rol “militante”. No es casual.
Quienes tenemos toda una vida de militancia sabemos perfectamente
quiénes militaron, incluyendo las épocas más siniestras, y quiénes solamente
alardean.
Todo lo antedicho nos deja en claro que no convoca.
Convocar es:
1.
conducir y ponerse al frente de un Pueblo que está dando la
lucha en soledad, un Pueblo cansado de las distracciones electorales.
2.
Definir objetivos trascendentes y de gran alcance tales
como la emancipación y realización de nación y de pueblo según lo que detallé
más arriba, haciéndolo de una manera que resulte comprensible, esperanzadora, que
impulse convivencia y sumamente incluyente o abarcativa.
3.
Llamar a una confluencia de organizaciones políticas aún
palpitantes, de organizaciones gremiales, de organizaciones sociales,
movimiento estudiantil, industriales y agropecuarios con vocación nacional,
sectores renovadores de los distintos cleros algutinándolos en pos de aquellos
objetivos trascendentes y para poner fin a esta calamidad.
Convocar se torna
así el primer gran paso para generar nuevas condiciones, para tomar la
iniciativa y sintetizar las más variadas expectativas y requerimientos.
Convocar tal
como estoy describiendo implica alentar fuertemente la movilización popular y,
también, otorgar oportunamente a las urnas un lugar en el que el Pueblo protagonice
y en el que se conjuguen la acción política eficaz, la credibilidad, la cultura
política, las organizaciones genuinas, la dignidad, la mística y, sobre todo,
el Proyecto.
Pero queda
claro que la lideresa K prefiere el transitadísimo y reiteradamente frustrante camino
del electoralismo a la manera de siempre, de los internismos, de lo que le
aplauden sus periodistas y medios complacientes u obsecuentes, de lo que le
cuentan al oído encuestadores y consultores.
Queda claro
también, a qué llamo convocar y por qué tomo partido por una convocatoria de
gran alcance.
Rubén Rojas
Breu
Buenos Aires,
junio 3 de 2025
No hay comentarios.:
Publicar un comentario