domingo, 1 de junio de 2025

EN UNA ARGENTINA DERRUMBADA Y SIN RUMBO HAY QUE CONVOCAR

 


 

Rubén Rojas Breu

 

EN UNA ARGENTINA DERRUMBADA Y SIN RUMBO HAY QUE CONVOCAR

 

Estamos padeciendo una Argentina derrumbada y sin rumbo.

 

Derrumbada por la depredación que lleva a cabo el gobierno libertario respondiendo a sus mandamases locales y globales, yanquis, sobre todo.

 

Es como si la Argentina actual se pareciera a la que se describe en la novela gráfica auténtica, la de Oesterheld, en la cual los invasores destruyen todo lo que se encuentra a su paso.

 

Enfatizo: la historieta original, no la versión desvirtuada y lavada de la serie que alcanzó tanta repercusión.

 

Esa depredación fue iniciada hace décadas, muy subrayadamente a partir de la dictadura terrorista de estado instaurada en marzo de 1976, aunque ya desde el 55 había iniciado su tenebroso andar.

 

Todos los gobiernos civiles desde el 83 hasta acá contribuyeron a la devastación, al atraso y a la pobreza.

 

Todas las dirigencias oficiales o conocidas, políticas, gremiales, sociales y sectoriales de cualquier índole, tienen responsabilidad respecto de este punto tan penoso al que hemos arribado, a este calvario que parece irreversible.

 

Eso indica también que estamos en una Argentina sin rumbo: no hay dirigencia, intelectuales ni referentes ni medios de conocimiento público o fama, genuina e inteligentemente capaces, de sacar a nuestro país de esta situación calamitosa y de conducir hacia la emancipación y la realización, hacia la plena soberanía, hacia un desarrollo integral a la altura de las potencias, hacia la justicia social plena.

 

La ultraderecha libertaria, la de la fratria Milei y sus secuaces tiene como objetivo la destrucción: acorde con lo antedicho, más destrucción de lo ya destruido.

 

Como si hubieran leído mal el célebre texto de Freud “El malestar en la cultura” se conducen buscando arrasar con ella, arrasar con la cultura.

 

Por supuesto que ningún libertario tiene idea de tal texto de Freud, ni siquiera de quién fue Freud; apenas si el mate les da para ver las pelis y los dibujitos yanquis o para saber sobre engendros tales como Batman o el Capitán América o distraerse con Stallone y su Rambo.

 

Diciéndolo en fácil: Freud habla de la Cultura no para referirse a lo propio de quienes se consideran cultos.

Habla de Cultura en su acepción antropológica, como la vida plena en sociedad, característica de los humanos, como modo de vida que nos diferencia tajantemente del reino animal.

 

Los libertarios representan la destrucción de la Cultura y de la Humanidad hasta en sus símbolos: leones y águilas que representan a los humanos de bien, valientes y ejemplares, versus los mandriles con los que se degrada a opositores, al mismo tiempo que la fratria Milei asume como “hijitos” a perros.

 

Los Milei y los suyos representan la humanización de los animales y la animalización de los humanos: las fronteras entre lo animal y lo humano quedan borradas.

 

 

La gran mayoría de argentinas y argentinos cría nenas, nenes y adolescentes, son madres y padres: crían con amor y dedicación y, a menudo contando con el apoyo, la atención y el afecto encomiable de abuelas, abuelos, parientes, amigas y amigos, profesionales mal pagos y explotados, etc.

 

Siguiendo en versión fácil, el “malestar” del que habla Freud es el ocasionado por la represión de los instintos a la que estamos exigidos para hacer posible la vida en sociedad, para hacer posible la Cultura.

 

La fratria Milei, sus esbirros y sus apoyos, así como la ultraderecha internacional con manipuladores (super acaudalados, corporaciones y estrambóticas sectas disfrazadas de religiosas o místicas), buscan denodadamente la destrucción de la Cultura para salirse ellas y ellos de las restricciones que la misma impone para vivir civilizadamente.

 

Se deduce que esa intención encierra la decisión de acabar con la Humanidad misma: si lo humano sólo se da en la Cultura y si la Cultura sólo es propia de la Humanidad, principio transitivo mediante, su finalidad es acabar con lo humano, a la manera de los invasores a los que se opone el héroe colectivo de Oesterheld.

 

O sea, para acabar con su propio malestar, las hordas libertarias pasadas de egoísmo y de crueldad, procuran hundir en el tormento a las mayorías: a la manera de una operación bancaria, transfieren su malestar de caprichosos a la población maltratada y desposeída.

 

 

El Pueblo, y solamente el Pueblo, viene dando la pelea, desde hace décadas, para emanciparse y realizarse, en intrínseco vínculo con la nación.

 

En particular, el Pueblo y solamente el Pueblo, viene luchando contra el accionar brutal del gobierno libertario.

 

En ese cuadro de situación, dirigencias de la oposición comienzan a preocuparse por lo único que les interesa según la mezquindad que las caracteriza: los procesos electorales del corriente año.

 

Su electoralismo enfermizo hace que entren en el juego del gobierno libertario, al punto de que el periodista Gustavo Sylvestre, vocero de la facción kirchnerista y afines, se sale ahora con que “por fin la sociedad argentina esta semana dio señales de que quiere acabar con este estado de cosas”.

 

Pasa por alto la pelea que el Pueblo viene dando en todas las formas desde diciembre del 2023 (y desde antes, como ya expresé).

 

Para peor, demostrando que entra en el juego de los Milei, dice que el enfrentamiento es entre el mileísmo y el antimileísmo.

Superficialidad mayor no se encuentra. Anteojeras.

 

La lideresa K, la señora Cristina Fernández de Kirchner vuelve a los estrados y tribunas tratando de revitalizar el impresentable PJ y alardeando de un conocimiento de la política del cual carece, lo cual demostró sobradamente gobernando, dirigiendo y hasta eligiendo a sus candidatos en las elecciones de la última década (Scioli, Fernández y Massa).

 

El kirchnerismo y sus aliados supuestamente progresistas contribuyeron a la pobreza, al atraso, a la gestación de grietas engañosas y nocivas y, también, a que acabáramos gobernados por los Milei y sus esbirros.

 

¿Qué puede la señora CFK proponernos como novedoso? ¿Qué capacidad de convocatoria real tiene? ¿Qué Proyecto elaboró, propone o impulsa?

 

Las mismas preguntas vale hacerlas respecto de otras figuras en las cuales se ponen expectativas, tales como el gobernador bonaerense, un afamado dirigente social, algún que otro dirigente gremial con repercusión, advenedizos de facciones que presumen de alfonsinistas o progresistas o radicales de verdad.

Expectativas basadas en la ingenuidad y en la falta de aprendizaje a partir de las experiencias.

Todo es presunción, todo es alarde, todo es rosca, todo es egolatría.

 

Ni siquiera están tomando nota de la descomunal abstención electoral, todo un síntoma muy elocuente del divorcio sin retorno entre las dirigencias y la población, del divorcio sin vuelta entre los contubernios o las mediocres figuras públicas y el Pueblo.

 

Todo es más de lo mismo por parte de esas facciones, dirigentes, medios y mediáticos, en momentos que estamos en pleno derrumbe.

 

Sin rumbo, sin Proyecto, sin conducción, sin organizaciones políticas, sociales y gremiales auténticas, sin referentes e intelectuales famosas y famosos con idearios, análisis y propuestas originales a la altura de tanta tragedia: así de mal estamos.

 

Si hay compromiso en serio con la Patria y con el Pueblo es posible producir un Proyecto: yo lo hice y lo publiqué (ver rubenrojasbreuelaula.blogspot.com): ergo, es factible.

 

De esto no se sale vociferando contra los Milei o inventando debates ya fagocitados por el tiempo, con olor a naftalina.

 

Se trata sí o sí de generar una gran convocatoria para conducir al Pueblo, fortaleciéndolo con el objetivo de un Proyecto.

 

No se trata de temas de agenda o de quedarse en el enojo contra los libertarios cavernícolas.

 

Perdón por lo reiterativo: se trata de convocar, de CONVOCAR, de escuchar al Pueblo y de hacerlo en función de un Proyecto de emancipación y de realización, soberanía, desarrollo integral a nivel de potencia, de justicia social plena y de justicia en todas las áreas que hacen a la vida en sociedad, que hacen a la Cultura tal como la definí, que hacen a la procura del bienestar de las argentinas y de los argentinos.

 

Rubén Rojas Breu

Buenos Aires, junio 1° de 2025


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