viernes, 31 de enero de 2025

LA MARCHA ANTIFASCISTA ES UNA MOVILIZACIÓN DEL PUEBLO ARGENTINO

 

 


Rubén Rojas Breu

 

POR QUÉ LA MARCHA ANTIFASCISTA ES UNA MOVILIZACIÓN DEL PUEBLO ARGENTINO

 

 

La Marcha Antifascista es el Pueblo expresándose en las calles, su territorio más propio desde que se rechazó y expulsó a los ingleses en 1806 y 1807 y se derrocó a la corona hispánica en 1810.

 

Del lado de Milei, del gobierno totalitario y de sus aliados y cómplices NO está el pueblo, así haya ganado comicios.

En los procesos electorales también votan segmentos que no son pueblo: la masa y su engendro, la horda.

 

 

Ya hice conocer repetidamente la definición de Pueblo de mi autoría, una definición enteramente original y no sólo políticamente comprometida, sino también sustentada científicamente:

 

Pueblo es la población políticamente culturalizada y organizada que tiene por Objetivos Estratégicos su emancipación y su realización al mismo tiempo que impulsa las de la Nación y de los trabajadores.

El Pueblo se opone al despotismo en todas sus variantes: oligarquía o clases dominantes locales, colonialismo, neocolonialismo e imperialismo”.

 

Queda claro que el Pueblo jamás estuvo ni va a estar del lado del gobierno libertario y de quienes lo apoyan, desde los pulpos financieros hasta su horda y sus cómplices.

 

El Pueblo no puede estar en dos lados a la vez.

 

El Pueblo viene expresándose en contra de la facción gobernante desde que ésta asumió el 10 de diciembre de 2023.

 

Circulan versiones que buscan desacreditar la representatividad de la Marcha Antifascista.

Se dice, por ejemplo, que levanta reclamos importados, de agendas extranjeras.  

Falso.

 

Perón en los 70 alzó como estandarte el imperativo de la preservación de la Tierra.

 

Lo mismo acontece con banderas que se levantan en la marcha: la lucha por la igualdad de género en la Argentina se inició hace más de un siglo, el reconocimiento pleno de la diversidad de género lleva décadas y así con todo lo nos convoca este sábado.

 

Contrariamente a lo que esgrimen argumentación tan caprichosa acerca de supuesta “extranjerización” de demandas, es el mundo el que acompaña o sigue a la iniciativa argentina: hay manifestaciones de apoyo este sábado convocadas en Madrid, París, Londres, Montevideo, Colonia del Sacramento, San Pablo, Santiago de Chile y en otras ciudades latinoamericanas, europeas y de otras latitudes.

 

Aunque la Marcha Antifascista pueda convocarse para dar la pelea para la preservación de ciertos derechos, en su propia concepción y dinámica está incluyendo a la totalidad de los requerimientos que hacen a nuestro destino deseable.

 

Un castillo de naipes se viene abajo con sólo mover una carta.

Reclamos que puedan parecer parciales pueden hacer temblar a todo un régimen.

 

Las diatribas de Milei en Davos, sus acciones y las de su horda, son la parte visible de un plan de destrucción con el objeto de imponernos, por la fuerza, un modelo de sociedad a contramano de nuestra Historia.

 

Milei se proclamó un cruzado al servicio de los grandes magnates del país yanqui, particularmente, de Trump y de Musk, quienes a su vez se identifican con los intereses más inconfesables de las grandes corporaciones que manejan o a las que pertenecen.

 

Por lo tanto, transitividad mediante, el modelo de sociedad que Milei y sus libertarios nos quieren imponer es la extensión de lo que tales mandamases se proponen para su país y para el mundo.

 

La sociedad que idealizan esos yanquis y sus cofrades, sociedad que Milei y su horda suscriben o acatan, es anacrónicamente patriarcal, en manos de “individuos” exitosos, supremacistas blancos arios.

 

A la manera de la Esparta de Licurgo, se excluye impiadosamente a mujeres, homosexuales, transexuales, así como todo lo que consideran “desviado de lo natural o degenerado”, a discapacitados, a poblaciones de etnias consideradas inferiores o carne de esclavos, a inmigrantes, a pobres e indigentes y a toda humana o todo humano que se catalogue como débil, carenciada/o o destinada/o a ser mercancía de toda índole de trata.

 

Sus coordenadas están dadas por los pares potencia-debilidad y dominador-dominado.

 

Aplicando mi creación, el Método Vincular, ese modelo de sociedad ultramontano es la expresión más extrema del Posicionamiento Dominancial, la expresión más extrema de la endogamia absolutizada o de la Primarización, al mismo tiempo que de la fe según la cual el varón blanco ario es un fundador indiscutido, un mesías que viene a inaugurar un nuevo mundo o un nuevo orden.

 

A quienes conciben las cosas así, las mujeres con derechos, los homosexuales, los diferentes, les desnudan su femineidad reprimida y sus impulsos homosexuales censurados.

 

Les hace sentir, inconscientemente, que afrontan la posibilidad temida de su impotencia o de su castración imaginada, del riesgo de perder su virilidad.

 

Son fantasmas y temores inconscientes presentes en violentos de género, feminicidas y homofóbicos.

 

De tal manera, la Marcha Antifascista, más allá del alcance de las intenciones de sus convocantes, es una demostración contundente contra tanta bestialidad que hace peligrar a la humanidad.

 

La Marcha se hace para neutralizar las intenciones totalitarias de este gobierno absolutista y su caudillo, que fungen de apéndice de los yanquis.

 

Hay compañeras y compañeros que entienden que se trata de resistir.

Se equivocan y eso lleva a devaluar o licuar todas y cada una de las movilizaciones.

 

La Marcha Antifascista también debe ser entendida como una elocuente toma de iniciativa, como un jalón decisivo en el camino hacia la construcción de la conducción y de la organización políticas que requerimos para plasmar el Proyecto de emancipación y de realización.

 

La Marcha expone en toda su intensidad que la movilización popular es siempre de la mayor importancia ya que:

 

-    Implica toma de iniciativa, tanto más cuanto la inacción dirigencial opositora es tan patente.

 

 

-    Redefine las relaciones de poder entre el Pueblo y quienes hoy lo violentan.

 

-    Crea condiciones para construir la conducción política y la organización política imprescindibles.

 

 

-    Influye sobre la masa que, manipulada por la horda, se inclinó por estos libertarios y Milei.

La masa es voluble y temerosa, de manera que, si la Marcha es potente, fácilmente puede cambiar de posición.

 

ASÍ QUE, SOBRAN LAS RAZONES PARA AFIRMAR QUE LA MARCHA ANTIFASCISTA ES EL PUEBLO.

 

Rubén Rojas Breu

Buenos Aires, enero 31 de 2025

 

 

 

 

 

 

 

 

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