Rubén
Rojas Breu
APOYANDO
ACTIVAMENTE LA MARCHA ANTIFASCISTA
En
respuesta a la violencia de Milei, de los libertarios y de la horda que los
encaramó, el Pueblo se autoconvoca pronunciándose en toda la Argentina y
llamando a marchar este primer sábado de febrero.
En
respuesta a esa violencia y para poner freno a las aspiraciones retrógradas de
anulación de derechos conquistados, anulación que afecta ahora a las mujeres y
a colectivos de géneros y que, en carpeta, se propone acabar con todas las
leyes y derechos que atienden a los intereses nacionales, populares y de
trabajadores.
El
Pueblo convoca a manifestarse en la Plaza de Mayo, frente a la Rosada, hoy en
manos de la barbarie.
Convoca
a marchar sobre el Congreso, un poder formal que ha devenido cómplice o
complaciente con un gobierno que ejerce el despotismo y que constantemente
vulnera límites fijados por la Constitución Nacional y por los tratados
internacionales.
El
Pueblo, que ya viene luchando desde que este gobierno tan cachivache como cruel
se inició, se autoconvoca.
Ninguna
de las dirigencias llama a frenar tanta barbarie.
NINGUNA.
Ninguna
de las dirigencias políticas, salvo la de la izquierda clasista, la cual, más
allá de sus intenciones, carece de suficiente capacidad para convocar y para
cambiar estas calamitosas reglas de juego.
Ninguna
de las dirigencias gremiales y sociales convoca.
Salvo
alguna intrascendente excepción, ningún dirigente se expidió.
Tampoco
se pronunciaron quienes lideran los distintos credos, salvo, corresponde
decirlo, la Iglesia Católica.
Se
insiste por parte de politiqueros, de seudo analistas políticos, de las
empresas encuestadoras, de periodistas y de intelectuales en una ficticia
grieta que tendría como antagonistas al kirchnerismo o su lideresa de un lado y
a la extrema derecha del otro.
No
hay tal grieta y lo que estamos viviendo lo demuestra.
Hay
un conflicto determinante que atraviesa a toda la sociedad argentina:
· De
un lado el Pueblo que con su acción defiende los intereses nacionales y
populares y los derechos de trabajadoras/es, jubiladas/os, niñas, niños,
adolescentes, mujeres y de todas las personas con la premisas de la diversidad e igualdad de géneros y de la plena
inclusión, sin discriminar por etnia, estrato social, capacidades distintas,
procedencia o país de nacimiento y cuanto hoy cabe respetar considerando a la
pluralidad de todo y en todo, principio fundamental del desarrollo humano según
la definición de Naciones Unidas.
· Del
otro lado, los capitostes del poder local y mundial que tienen como instrumento
principal a este gobierno nefasto y su horda.
La
marcha convoca a todas y a todos, a la comunidad LGBTQ y a todas las argentinas
y a todos los argentinos.
Se
define categóricamente como antifascista.
Vale
aclarar que el fascismo original y el que campea en Europa y en el país yanqui
es extremadamente nacionalista y, hoy, gana apoyo por su cruzada contra la
inmigración, la inmigración de los desposeídos del planeta, de sus esclavos de
otrora.
El
fascismo criollo, en cambio, es abiertamente antinacional, abiertamente enemigo
de la Argentina y de América Latina, así como de los pueblos sojuzgados del
planeta.
Por
lo tanto, inexorablemente, Milei, sus seguidores y su horda se subordinan al
nacionalismo de las grandes potencias, particularmente el país yanqui.
La
entusiasta sumisión a los sectores poderosos del país yanqui, hoy encarnados
por Trump y Musk, indica eso: subordinación a las ultraderechas dominantes del
globo.
Esas
ultraderechas buscan revivir su pasado de esplendor, el que alcanzaron cuando
fueron liderados por Hitler y Mussolini.
Curioso
que las derechas reprochen al Pueblo su reclamo de Memoria y Justicia alegando
que eso es quedarse en el pasado, cuando ellos, a nivel mundial nos retrotraen
a las épocas más oscuras de la historia de la Humanidad y, acá, a lo acontecido
en la larga noche del Terror en la Argentina, reivindicando a Videla, Massera,
Agosti, Martínez de Hoz y a toda la caterva de terroristas de estado de los
setenta.
Absténganse
de interpretar y reinterpretar con una retórica vacía, embaucadora, a las
declaraciones, gestos y acciones.
Milei
dijo lo que dijo en Davos y eso es consistente con su pensamiento desde que es
figurón.
Para
eso llegó al gobierno, para instaurar una dictadura abiertamente antipopular y
para servir como lacayo a los concentradores de poder locales y globales.
Musk
hizo el gesto típico del saludo nazi: como Hitler se llevó primero, ostentosa y
sonoramente, la mano derecha al pecho a la altura del corazón, y luego,
militarmente, extendió brazo y mano derechos mientras reprimía con labios
apretados el “¡Heil, Hitler!”.
Musk
tiene los rollos típicos de prominente esclavista del apartheid sudafricano: no
digerir la igualdad de las personas habiéndose educado como amo y no tolerar
como patriarca feudal la diversidad de género, intolerancia agudizada por su
hija transexual.
El
Pueblo convoca.
El
Pueblo, la organización política decisiva que las dirigencias, los medios y las
empresas encuestadoras ignoran.
Éstas
y éstos, en ignominiosa actitud, se escudan en la masa, en la mayoría
silenciosa.
“Mayoría
silenciosa” fue una expresión acuñada por el presidente imperialista yanqui
Richard Nixon en 1969 cuando pidió el apoyo de la masa políticamente inculta,
profundamente conservadora, que respaldaba la invasión de la heroica Vietnam.
En
Davos, Milei se erigió explícitamente, así lo vociferó, en representante de la
mayoría silenciosa.
El
Pueblo convoca para cortar de cuajo ese despliegue de las renovadas fuerzas del
Terror.
El
Pueblo convoca a la vez que inaugura la senda para que germinen la conducción y
la organización políticas que concreten su emancipación y su realización.
Que
el sábado las plazas y calles de la Argentina se llenen de humanidad y que,
haciendo tronar el escarmiento, ensordezca el grito de la líder antifranquista
española Dolores Ibárruri:
NO
PASARÁN.
Rubén
Rojas Breu
Buenos
Aires, enero 27 de 2025
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