jueves, 5 de diciembre de 2024

SE AGOTA LA PACIENCIA EN LA ARGENTINA

 



 

Rubén Rojas Breu

 

SE AGOTA LA PACIENCIA

 

Es sabido que la estupidez es infinita mientras que la paciencia se agota.

 

Del lado del gobierno despótico libertario tenemos a la primera en su manifestación más cruel, más avasalladora, más sádica.

 

Es decir, la estupidez se combina en el caudillo libertario y sus hordas con la depredación, con la injusticia en grado extremo y con la privación de todo para las mayorías, condenando al hambre e, inclusive, a la extinción.

 

También la estupidez se reproduce al infinito entre los seguidores de un gobierno tan brutal.

 

El economista italiano Carlo Cipolla en su ensayo sobre el tema formula varias leyes de las cuales cito la tercera: “una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o, incluso peor, provocándose daño a sí misma en el proceso”.

 

Por mi parte, en mi ensayo “Sobre la estupidez en política” señalo que la estupidez es la sustitución ilusoria de lo real por lo que se quiere creer, un mecanismo propio de la masa: implica una suspensión, abandono o carencia del criterio de realidad.

Es el componente psicótico de la masa.

El psicoanalista inglés Bion abona lo antedicho.

 

En las últimas horas combinando estupidez con pijotería el gobierno se muestra definitivamente como la encarnación siniestra de Harpagón, el personaje de “El avaro” de Molière, decretando dos medidas tan irracionales como malvadas:

 

·       La eliminación de la gratuidad de los medicamentos para jubiladas/os

 

·       El arancelamiento para estudiantes universitarios extranjeros.

 

 

Ambas medidas forman parte de una acción de gobierno ajustadora al mango a la vez que benefactora de las arcas sin fondo de las grandes corporaciones, hacendados y magnates de acá y de otras latitudes.

 

Son medidas estúpidas si se considera que a los efectos del déficit fiscal cero es como romper el chanchito para comprarse una torre en Puerto Madero.

 

En vez de aumentar, como se hace en los países avanzados, los impuestos a las mayores fortunas, toma esas decisiones, mientras salarios y jubilaciones están prácticamente congelados. 

 

En lugar de exigir a los laboratorios que bajen categóricamente los precios, en modo Drácula exprime más y más a jubiladas y jubilados.

 

 

Y ejerciendo discriminación la emprende contra estudiantes de países hermanos, seguramente como anticipo de algo que terminará afectando también a los argentinos.

 

La estupidez de los seguidores del gobierno acompaña la barbarie con argumentos precisamente estúpidos, además de insolidarios o pérfidos.

 

En ese cuadro de situación tan calamitoso hay señales crecientes de que la paciencia se agota, llega al límite: la paciencia no es infinita y, tarde o temprano, como vaticinó hace cincuenta años Perón llega la hora en que “el pueblo hace tronar el escarmiento”.

 

Las movilizaciones populares están reflejando el “no va más” y hacen avizorar el escarmiento, quizá iniciado por jubilados, quizá por otros sectores que están siendo víctimas de tanto.

 

 

 

El gobierno, como Harpagón, como obseso y como frenético amarrete, cuenta las moneditas y busca con lupa de dónde sacar más de los bolsillos descosidos y de las ollas vacías.

Crueldad más crueldad.

 

Por el otro lado, en la oposición que se dice “nacional y popular”, en la progresista y en las izquierdas, la inacción se torna ya demasiado ruidosa y hasta escandalosa.

 

Encima la “jefa” de lo que denominan kirchnerismo sigue declamando, lanza proclamas estruendosas, participa de batallas mediáticas o por redes, convoca a una reforma constitucional vacua e incierta y niega la existencia de un pacto con el gobierno.

 

Parece que también propicia la estupidez, desestimando de hecho al Pueblo argentino, que lucha y que clama desesperadamente por una conducción política.

 

 

Es caer en la estupidez creer que no hay pacto y si efectivamente no lo hay es como si sí lo hubiera, porque si no ¿por qué tanta inacción?

 

¿Por qué tanto dejar hacer a un gobierno abiertamente tiránico? ¿Por qué desalientan la movilización popular? ¿Por qué ese contrapunto entre dicha jefa y el mandamás libertario sobre cuestiones gallináceas?

 

Sumando argumentos a lo que acabo de exponer, en Paraguay fue apresado un senador por tráfico ilegal de divisas, un senador que es a la vez de Unión por la Patria y libertario.

Todo un híbrido procreado por ambos progenitores quienes pelean por su custodia al revés: se lo tiran de unos a otros al grito de “yo no lo parí”.   

 

Demasiado.

 

La estupidez, yunta de la maldad, puede tolerar y hasta justificar tamaña putrefacción.

La paciencia es pareja de la esperanza.

 

 

El Pueblo perdió todas las esperanzas y está a las puertas del Infierno de Dante.

 

LA PACIENCIA SE AGOTA.

 

Cuando se agota la paciencia, truena el escarmiento.

Y cuando truena el escarmiento, truena en todas las direcciones.

 

Rubén Rojas Breu

Buenos Aires, diciembre 5 de 2024

 

 


2 comentarios:

  1. Hola ruben acuerdo en parte con vos

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    1. El pueblo se esta organizando salio primero l a generacion mas politizada nuestra generacion los jubilados pero ya se estan orgaizando los jovenes y de cristina ynestor no olvidar la moratoria jubilacion las escuelas yecnitecnicas y la 19 universidades del cono urbano tenemos la unahur en hurlingham toda equipada porfi no desestimes lo que hizo cristina por algo la atacan

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