martes, 31 de diciembre de 2024

2024: EN LA ARGENTINA, EL AÑO DE UN CONTRASTE ENTRE LO RESONANTE Y LO DESOÍDO

 



Rubén Rojas Breu

 

2024:

EN LA ARGENTINA, EL AÑO DE UN CONTRASTE ENTRE LO RESONANTE Y LO DESOÍDO

 

Sobre el año que se acaba, destaco este contraste:

 

-     La resistencia del Pueblo ante el avasallamiento y la represión del gobierno libertario.

Es lo resonante.

 

-     La inacción, la connivencia y/o la ineficacia de todas las dirigencias políticas, gremiales y sociales.

Son los que desoyen.

 

Para hacer un balance del 2024 no voy a caer en la trampa de poner el foco en el plan y la gestión del gobierno despótico y su caudillo.

Ya bastante tinta infértil se lee y demasiadas voces estridentes se escuchan.

 

No voy a imitar a esa inclinación por el denuncismo que tuvo su origen en la oposición al menemismo, como el Frepaso, y en el meneado “periodismo de investigación” de la década del 90.

 

 

Esa vocación por las denuncias que se agotan en sí mismas, y que se reproducen al infinito para cumplir con el precepto cardinal del Gatopardo, fue tomada por las actuales dirigencias del accionar de ciertos medios que, supuestamente, hicieron punta en los 90.

 

Medios y periodistas emergentes de entonces generaron un patrón de comportamiento próspero para sus patrocinantes y estéril, inhibitorio o deletéreo para la Política como praxis al servicio del bien común, como instrumento primordial para la emancipación y la realización de Pueblo y Nación.

 

A tal punto las cosas se trastrocaron que, en lugar de ser la conducción política la que define y aplica la estrategia, fueron los medios los que marcaron desde entonces hasta ahora el qué hacer, los que dispusieron de la brújula y los que impusieron las condiciones.

Por supuesto, sirviendo a los concentradores de poder vernáculos y del planeta.

 

Formando parte de la constelación mediática se destacaron los intelectuales, las empresas encuestadoras, los consultores y los “analistas políticos”.

Ni ciencia ni política.

 

Toda esa constelación, tal como he publicado, infla al gobierno despótico y su jefe visible, intimidando a las dirigencias de la oposición o dándoles razones para justificar su inacción o, peor aún, sus contubernios subrepticios.

 

De tal manera, como señalé al inicio de esta nota, un contraste se da entre lo resonante y lo desoído.

 

RESUENA el clamor popular contra el atropello, las injusticias y la represión.

Están a la vista y a la escucha de quienes quieran ver y oír las movilizaciones populares.

 

DESOYEN y miran para otro lado las dirigencias, proclives a dar bola solamente a medios, periodistas, encuestadores, consultores, analistas políticos e intelectuales que, con sus cantos de sirena y su habilidad para manipular, envalentonan a la horda libertaria y su caudillo, con las consecuencias indeseables que padecemos y las que pueden preverse como más espantosas.

 

También hacen su cínico juego en el que mezclan la declamación en la superficie con los arreglos bajo el agua, para lo cual esa manipulación mediática les viene como anillo al dedo para justificarse.

 

Ni siquiera prestan atención a la caída estrepitosa del consumo, a las privaciones extendidas, a la tristeza colectiva, a la desesperación de argentinas y de argentinos, al hambre de niñas, niños, adolescentes, ancianas y ancianos, a la entrega inescrupulosa de la Nación.

 

Las grandes corporaciones locales y globales a la vez que se llenan en modo Minotauro exigen más y más.

 

ÉSTE ES EL CONTRASTE: UN PUEBLO MUY PRESENTE Y UNA FUNCIÓN MUY AUSENTE.

La función muy ausente es la de CONDUCCIÓN POLÍTICA.

 

Ninguna de las residuales facciones politiqueras, gremiales o sociales tiene ni la aspiración ni la aptitud para asumir la función de conducir.

 

Todas y todos las y los dirigentes están inmersas o inmersos en la incapacidad o en su sálvese quien pueda o en sus internismos o en sus mezquinas ambiciones y repudiables intereses.

Las asambleas barriales dilapidan el recuerdo de lo que fueron a principios de siglo.

A mis recomendaciones e intervenciones, las y los asambleístas de mi barrio me responden con candor extremadamente pueril que están “construyendo desde abajo y que no se necesita conducción”.

Al mismo tiempo, están bajo la dirección enmascarada de agrupamientos archiconocidos y de nula efectividad.

 

Es triste este fin de año.

Empero, la tristeza y el malestar no se deben solamente a las condiciones impiadosas que padecemos.

 

Son también consecuencia de no asumir un Proyecto como el que propongo y publiqué o algún otro mejor si lo hay.

 

Tanta tristeza y tanto malestar son también resultantes de la carencia de conducción, de la falta de fervor y de mística, por la frustración por tanta lucha que el Pueblo está dando en soledad, por el saboteo de un sentimiento fuerte de pertenencia colectiva promovido por capitostes politiqueros y la confabulación mediática.

 

Se sale de este marasmo construyendo aceleradamente la Conducción Política, generando la organización política eficaz y forjando la cultura política.

 

Es el gran desafío para el 2025.

 

Rubén Rojas Breu

Diciembre 31 de 2024

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

EL CULTO OSCURO DE LOS HERMANOS MILEI

    Rubén Rojas Breu     EL CULTO OSCURO DE LA FRATRIA MILEI   El Papa, el argentino más prominente, afronta un delicadísimo est...