Rubén
Rojas Breu
ESTO A MILEI LE TENÍA QUE
PASAR
Como
ya es de dominio público, Milei promocionó una criptomoneda.
Se
valió de sus argumentos seudo liberales, argucias típicas para impulsar negocios, como
mínimo dudosos y en beneficio de los nuevos oligarcas.
En
este caso se trató de una operación del tipo “inflar y descartar”.
Milei
promovió la cripto moneda Libra la cual, por efecto de la influencia
presidencial, escaló a valores siderales y una vez que recaudaron cifras
millonarias gracias a millones de verdes puestos por incautos que le creen, quienes
manejan el activo provocaron la caída del precio quedándose con el descomunal
paquete.
En
este comportamiento Milei demostró a la sociedad y a la masa lo que era materia
de total conocimiento de quienes estamos familiarizados con la Política y,
además, con la ciencia.
Es
decir, demostró en un acto lo que veíamos en él desde que apareció como
candidato y que desplegó grosera y brutalmente desde que ejerce la presidencia.
Demostró:
-
Que no sabe Economía
-
Que no conoce en profundidad el mundo de los
negocios sean decentes o espurios
-
Obviamente, que no sabe Política
-
Que no tiene formación científica
-
Que no tiene calle
Justamente
publiqué hace horas la nota QUÉ ES MILEI.
En
esa nota hice hincapié en:
-
Su férrea adhesión a la endogamia,
patente sobre todo por su simbiosis con la hermana y que se extiende a sus
vínculos primarios incluyendo la horda que lo encaramó.
La
endogamia tan extrema implica, entre otras impericias, desconocer cómo funciona
el mundo real en los distintos ámbitos y falta de calle.
-
Que Milei no tiene idea que la gran premisa
tanto para la ciencia como para la política es la de poner en duda y,
fundamentalmente, la de reconocer que se ignora.
Milei
ignora que ignora.
Milei,
siempre ensoberbecido, se conduce como un sabelotodo, como un maestro
Siruela y es incapaz, entonces, de percibir que no sabe.
Que el sabio sabe que no sabe, lo enseñó
Sócrates.´
Milei, entonces, cayó en su
propia trampa: la de forzar a un liberalismo burdo que
termina siendo caldo de cultivo de pícaros o de estafadores.
Es inevitable recurrir a un paralelismo
de tantos posibles.
El penúltimo dictador terrorista de
estado, Galtieri, responsable con cabecera en Rosario de varios miles de los
30.000 desaparecidos, envalentonado por su “éxito” en la represión sanguinaria,
sin eficaz oposición activa, con el apoyo pasivo de la “mayoría silenciosa” y
engrupido por los yanquis, ocupó militarmente Malvinas, usurpada por los
ingleses desde 1833.
Fue derrotado y pagó con su
derrocamiento.
Galtieri sabía de represión cruenta
contra el “enemigo interno” pero nada de geopolítica ni del “arte de la guerra”,
pese a ser militar.
Sun Tzu, Clausewitz y San Martín lo
hubieran reprobado estruendosamente.
También Milei se agrandó por su “éxito”
inventado contra la inflación, sus avances contra todos los derechos, por el
apoyo de la masa siempre voluble, por la ausencia de oposición y por el aval
yanqui.
Milei sabe cómo someterse al amo
extranjero y cómo someter a argentinas y argentinos, pero nada de economía ni
de política.
Llevado por su arrogancia y su vocación
autocrática se creyó un artífice de un nuevo país y hasta de un nuevo mundo.
SE PLANTEA UNA ENCRUCIJADA
INÉDITA para la sociedad argentina, para el enclenque y nada creíble
régimen político-institucional, para sus aliados y cómplices y, sobre todo,
para las dirigencias de la oposición políticas, gremiales y sociales.
Por una parte, el
comportamiento presidencial no sólo es extremadamente impúdico, sino que vulnera
la Constitución y varias leyes, entre ellas la de ética pública.
Eso es incurrir en delitos varios, lisa
y llanamente.
El efecto en el Pueblo que está dando la
lucha en soledad desde hace catorce meses, ya se está haciendo notar.
Van a crecer aceleradamente la bronca y
la decisión de impulsar el no va más.
El impacto en la masa que lo votó y lo
apoya va a generar súbita decepción y ganas de plegarse, aunque sea
pasivamente, a la respuesta del Pueblo.
Van a escudarse en el trillado “yo no
sabía”.
Los 44.000 damnificados, integrantes de
la horda libertaria o de la masa que apoya a Milei, se tienen que tragar que es
su caudillo el de eso de “con la tuya”.
Agréguese que la repercusión
internacional, que ya empezó a producirse, va a ser resonante.
Sólo recurriendo a subterfugios más
ilegales que legales, a roscas, transas y sobornos puede salir indemne Milei de
ésta.
Si no paga por ésta es porque, como
salta a la vista, está todo corrompido, mucho más de lo que las mayorías
imaginan.
Según dijeron repetidamente Milei y
Bullrich, “el que las hace las paga”.
Que se compruebe.
Por otra parte, todas
las dirigencias, todas las instituciones y todos los medios tienen bajísima y
nula credibilidad; justamente por eso Milei llegó adonde llegó y se mantiene
pese a tanta barbarie.
Por lo tanto, carecen de capacidad de
convocatoria y de capacidad de acción.
Además, están presas y presos de los
formalismos seudo democráticos y del electoralismo queriendo posponer lo que
sean para os próximos comicios, sin importar las penurias presentes de las
argentinas y de los argentinos.
Las empresas encuestadoras fracasaron
estrepitosamente ya que su analfabetismo político les impidió advertir que algo
así podía suceder; no tuvieron jamás en cuenta el perfil de Milei.
Si las dirigencias, el Congreso y el
Poder Judicial por inacción, por dejar pasar, por pasividad o por falta de
credibilidad y de convocatoria no ponen lo que hay que poner y no sancionan definitoriamente
a Milei como corresponde, dentro del marco de la Constitución y de las leyes, darán
lugar a una dinámica que puede salirse de todo control y lo que más los asusta,
por su cola de paja, el fantasma de la rebelión popular del 2001 va a ser una
fiesta de cumpleaños al lado de lo que pueda suceder.
Si Milei zafa ya puso en evidencia su
gran defecto de tipo terminal: que llevado por su sentimiento de impunidad y su
desenfrenada egolatría puede en el futuro inmediato incurrir en otra grave,
estrafalaria e indebida conducta, en una enorme metida de pata que no le
permita una nueva oportunidad.
Si eso pasa, como pasó con Galtieri y su
incompetencia en Malvinas, no solamente Milei pagará caro.
Otra vez, las argentinas y los
argentinos padeceremos lo indecible.
Esperemos el escarmiento. y
a tiempo.
Rubén Rojas Breu
Buenos Aires, febrero 15 de
2025
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