Rubén Rojas Breu
EL AUTISMO SEGÚN UNA EXTRAORDINARIA SERIE SURCOREANA
“Woo, una abogada extraordinaria” es una producción excelsa surcoreana que trata sobre el autismo.
Se suma a otra inigualables series del mismo origen; entre ellas, “Está bien no estar bien”, "Mudanzas al cielo" y “Buen doctor”, series que contribuyen a desterrar las visiones prejuiciosas y tan instaladas sobre el autismo, series que su ubican muy por encima de la deplorable película yanqui “Rain man”, película que se afirma en el estereotipo degradante y en la cual el autista es interpretado por el mediocre actor Dustin Hoffman acompañado por Tom Cruise, quien ni siquiera califica como actor.
Vale también tomar contacto con la excelente serie documental australiana “Amor en el espectro”.
“Woo, una abogada extraordinaria” es una realización magnífica, sumamente lograda gracias a su libro, su compenetración con la problemática que aborda, su dirección, su estética, su cámara y sus proverbiales actuaciones.
La composición del personaje protagónico por parte de la actriz Park Eun-bin es una obra maestra, tan admirable como conmovedora, al punto de que dan ganas de calificar a la joven Eun-bin como la mejor actriz del planeta, sobre todo si se consideran también sus interpretaciones en otras series.
La serie trata sobre el autismo del modo más deseable, más respetuoso y más acertado. Contradice categóricamente a quienes se montan en la irresponsabilidad para aseverar que con las autistas y los autistas “nada se puede hacer” como si estuvieran fatalmente condenadas y condenados a una suerte de ostracismo.
El autismo, tal como lo refleja la serie, no es en absoluto una patología ni un cuadro disfuncional sino una condición psíquica, un modo de configuración de lo psíquico tan propiamente humano como lo psicológicamente típico o mal llamado “normal”.
El llamado campo psi debería tomar nota de esta serie (y de las otras dos mencionadas en el primer párrafo).
En el campo psi predomina una perspectiva francamente retrógrada, incluyendo la opinión de una celebrada y ya fallecida psicóloga argentina, Silvia Bleichmar, que planteaba dudas sobre si considerar humanos a los autistas, otra vigente que habla de patología de la subjetivación y, cuándo no, el psiquiatra y teólogo laico francés Jacques Lacan que pinta al autismo de un modo insostenible y por supuesto enrevesado lo cual siguen haciendo sus feligreses empezando por su mercantilista yerno, así como el incalificable cognitivismo conductual yanqui, siempre reduccionista y simplificador.
Ya es hora de dejar de hablar de “Trastorno del espectro autista” cuando estamos ante una configuración de vinculación con el otro y un perfil de lo psíquico marcado por una singularidad que merece valoración, encomio y reconocimiento. Ya es hora de decir “basta” a engendros como el DSM en sus distintas versiones.
“Woo, una abogada extraordinaria” es también una serie atrapante, ágil, sumamente placentera aún en su intensidad. Es definitivamente una producción que trata el autismo en toda su complejidad, la complejidad de la persona autista y la de sus interacciones con todos sus entornos.
Merece destacar cómo en el final la protagonista es iluminada por una epifanía que resume en una palabra por demás elocuente.
Curiosamente esa palabra expresa el anhelo ferviente que desde hace tanto tiempo nuestra nación, nuestro pueblo, trabajadoras y trabajadores buscan denodadamente que se escuche.
Rubén Rojas Breu
Buenos Aires, setiembre 1º de 2022
Querido amigo Rubén coincido totalmente en tu opinión sobre esa hermosa serie, me alegra saber q la hemos compartido, abrazo!! ❤️
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