Rubén
Rojas Breu
ANTE
LA DESAZÓN CAUSADA POR LA SUPUESTA INACCIÓN DEL PUEBLO ARGENTINO
Pido
enfáticamente leer esta nota con el mayor detenimiento y, también, que la
difundan, que se esfuercen por hacerla llegar a otras personas y a
organizaciones o agrupaciones, de acá y de todo el planeta porque lo que me
impulsa es:
1.
Contribuir a la comprensión y la acción dada
la tragedia que estamos viviendo en nuestra tan venida abajo Argentina
2.
Valorizar a lo mejor que tenemos, el Pueblo,
el cual merece todo el respeto y por el cual siempre me he jugado, pagando
tanto por hacerlo sin arrepentirme jamás.
Si no se hace nada con esta publicación,
si no se la esgrime ante quienes sea como herramienta de lucha, yo voy a sentir
desazón por advertir que quienes me siguen o leen se desinteresan de mis
aportes honestos, genuinos, así como totalmente originales y esclarecedores.
En momentos como los actuales mandar
esta nota al baúl de los recuerdos implica mezquindad, egocentrismo o quizá
envidia.
Tengo un deseo imposible de
materializar: que esta vez no me plagien, pero no se puede evitar y ya estoy
acostumbrado.
No van a alcanzar los iconitos de “me
gusta” o “me encanta” ni, mucho menos, el petulante “me importa” y está fuera
de lugar el “me enoja” porque no estoy escribiendo para ofender sino para dilucidar.
Es una nota extensa y quizá de lectura
algo dificultosa, así que pónganse cómodas o cómodos para leerla.
No es admisible una lectura por encima o
a medias; tampoco cabe que se la afronte con prejuicios.
Asumo
que me juramenté hace más de seis meses no publicar más por haberme dado cuenta
de que mis notas, artículos o publicaciones en general caían en saco roto.
Así
que, desdiciéndome, publico estas líneas.
Las
papas queman, las ollas están vacías, la Patria está siendo desguazada y mi
Superyó me atenaza.
¿Por
qué escribo ahora?
Porque
se ha generalizado, injustificada y arbitrariamente, la idea de que el pueblo
argentino está sumido en la pasividad, en la resignación o en la inacción
callando o aceptando sumisamente las políticas brutales del gobierno despótico
de LLA encabezado por Milei.
Leo
y escucho todo el tiempo en distintos ámbitos reflexionar de manera tan
equivocada, culpando al “pueblo”.
Esa creencia
sobre supuesta modorra o pasividad del pueblo argentino no solamente es
errónea, sino que también es injusta y corre el riesgo de sumar crueldad a la
crueldad del gobierno despótico.
Además,
desalienta a luchadoras y luchadores y eso le viene muy bien al enemigo.
El
Pueblo argentino, en soledad, se está expresando, arriesgando vida, salud y
libertad.
A
diario se movilizan distintos sectores, desde jubiladas y jubilados hasta
trabajadoras y trabajadores, grupos que denuncian la desesperación por el
hambre de niñas y niños, estudiantes y sigue la lista.
Eso
está muy a la vista y tira abajo esa idea de “una supuesta inacción popular”.
Que
las cosas estén tan mal como están no se debe de ninguna manera al Pueblo
argentino, el cual sigue siendo protagonista activo pese a tener tanto en
contra.
Que
las cosas estén tan mal como están se debe a la falta absoluta de CONDUCCIÓN
POLÍTICA Y DE ORGANIZACIÓN POLÍTICA.
Ya
señalé reiteradamente que la dictadura dejó como herencia las bases para la
destrucción de la política, destrucción que fue luego impulsada por acción o
por omisión por los sucesivos gobiernos civiles; en particular, el menemismo
fue un depredador de la cultura política y de la organización políticas y la
senda tenebrosa que abrió fue transitada por todos los gobiernos civiles que lo
continuaron.
Todos
esos gobiernos civiles, así como la totalidad de las dirigencias, a lo que se
suman medios, encuestadores y “focus groups”, abonaron el camino que llevó a
que la horda encabezada por los libertarios capturara el gobierno.
Ya
señalé reiteradamente que hay que diferenciar masa de pueblo. A menudo, como ahora,
la masa está en contra del Pueblo.
El
Pueblo es siempre protagonista activo de la lucha para implantar la justicia,
generar el desarrollo y alcanzar el bienestar colectivo y, si es posible, la
felicidad, y también para hacer grande a la nación.
La
masa es amorfa, sometida, fácilmente manipulable por los déspotas. Así que, la
que no se moviliza, la que incurre en pasividad es la masa.
No
confundir.
Del
seno de la masa, ya desde la dictadura y, sobre todo, a partir del menemismo,
fue emergiendo la horda.
Es
la horda, la comunidad de los bestias, la que encaramó a Milei y su patota.
Para
ser claro del todo: a Milei NO LO VOTÓ EL PUEBLO; LO VOTÓ LA MASA EMPUJADA POR
LA HORDA.
Lo
electoral enmascara, oculta, esa diferenciación tan determinante.
Toda
la inacción actual es atribuible, únicamente atribuible, a las dirigencias que
alardean de “nacionales y populares” o de “progresistas” o de “izquierda”.
No
va lo que me responden muchas y muchos exclamando “no son todos iguales”.
Sí,
son todas y todos iguales sea por complicidad, sea por ineficacia.
Me dicen:
“los dirigentes de la izquierda, como los del FIT U están a la cabeza de las
luchas populares” y yo les contesto: “pero sin una estrategia, con lo cual no
conducen a ninguna parte”.
Quieren entretener con fueguitos artificiales, como por ejemplo hoy, viernes 6 de setiembre 2024, con el cruce entre Cristina Fernández de Kirchner y Javier Milei. Es decir, “mucho ruido y pocas nueces” como decía el bardo de Strafford-upon-Avon.
También
los medios que presumen de “populares” y de opositores están en la promoción de
figuras ya desgastadas o incapaces: tal dirigente social o tal gobernador o tal
diputada y así contribuyen a la confusión, a la resignación.
Ya
el “inefable” periodista Gustavo Sylvestre desde 2015 promocionó a Alberto Fernández
hasta conseguir candidatearlo: no hace falta comentar; por supuesto, el “Gato”
se hace ahora el desentendido, juega a “yo no fui”.
Esa
inacción escandalosa de las dirigencias políticas, gremiales y sociales es
estimulada por los intelectuales a la moda, por las redes virtuales, por los medios,
por las encuestadoras y por los “focus groups”, todas herramientas de la
manipulación grosera.
Encuestas
de opinión pública y “focus groups” son inventos yanquis, inventos que desde
que nacieron hasta hoy tienen un único propósito: manipular a las dirigencias y
a las masas para mantener el orden establecido, para sostener a los
despotismos.
No
son instrumentos científicos, para nada. Son aberraciones del más rancio
conservadorismo.
No
hubiera habido revolución francesa, ni revolución de Mayo, ni mexicana ni rusa si en esas épocas
hubieran existido las encuestadoras; ni mucho menos el cruce libertador de los
Andes.
En
estas penosas circunstancias, las dirigencias de la Argentina se escudan en las
encuestas, así como en un imaginario avance de la ultraderecha en el mundo para
justificar dolosamente su inacción.
Su
inacción y su incapacidad.
Siguen
basándose en categorías políticas que caducaron y en análisis superficiales.
En
conclusión:
NO
HAY INACCIÓN DEL PUEBLO, EL CUAL ES PROTAGONISTA ACTIVO EN SOLEDAD
HAY
SOMETIMIENTO DE LA MASA EMPUJADA POR LA HORDA
HAY
PASIVIDAD DE LAS DIRIGENCIAS OPOSITORAS O SEUDO OPOSITORAS.
ES
PERFECTAMENTE POSIBLE CONSTRUIR ACELERADAMENTE LA CONDUCCIÓN POLÍTICA.
ESTÁ
FACILITADO HACERLO, JUSTAMENTE, PORQUE TENEMOS UN PUEBLO QUE ESTÁ DANDO LA LUCHA
Y SEÑALANDO EL CAMINO.
Mi trayectoria
y experiencia políticas aunadas con mi condición de científico social y mi
conocimiento en profundidad de mi pueblo y de mi nación hacen que cuente yo con
las claves para la construcción de esa conducción política. Habrá otras y otros
que también tienen a la mano tales claves.
Es
cuestión de convocar.
Hay
compañeras y compañeros de las asambleas barriales, asambleas muy descaminadas,
que me señalan candorosamente que la alternativa se construye desde abajo, que
no va lo de la conducción política.
Se
van a golpear contra las paredes. Me apena.
ASÍ
QUE, A CONSTRUIR LA CONDUCCIÓN POLÍTICA. YA.
Como
dije al principio, esta publicación no es para la catarsis de nadie, no es para
tranquilizar espíritus.
Si
no se hace nada para que este texto trascienda lo más posible y lo antes
posible, me voy a sentir nuevamente muy defraudado y sin ninguna gana de volver
a publicar.
Vean
ustedes, creo que yo ya hice el gasto y, por cierto, que me expongo y que me
estoy jugando; no estaría bien que lo hiciera inútilmente.
Rubén Rojas Breu
Buenos Aires, setiembre 6 de 2024
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