Rubén Rojas Breu
ACTUALIZACIÓN DEL CONCEPTO DE POLÍTICA
aplicando el Método Vincular
Una de las cualidades resaltantes de la actitud científica es la de la continua revisión de las teorías y conceptos con el objeto de explicar con mayor precisión y dotar de mayor alcance justamente a teorías y conceptos.
A diferencia de la erudición, de la mera ejercitación intelectual o de la especulación filosófica o pretendidamente filosófica, la ciencia en su propio curso, al mismo tiempo que brinda respuestas siempre provisorias en mayor o menor grado, siembra interrogantes.
Dicho de otra manera, la ciencia es un perpetuo problematizar y, para quien la practica, un perpetuo problematizarse.
De eso se trata en este caso.
Las problemáticas que constantemente me salen al paso en política y los interrogantes que se generan en simultáneo con las respuestas que voy dando a tales problemáticas, me obligan a la revisión, la profundización y a asumir activamente la complejidad que conllevan.
Hasta ahora, la definición de Política de mi autoría era ésta: la disciplina científica y la práctica que tienen por objeto interpretar las relaciones de poder y operar sobre las mismas.
Esta definición llegó a sus límites, alcanzó un punto en el cual resulta insuficiente.
Resulta insuficiente desde tres ángulos tan distinguibles como concurrentes:
- uno, porque surgen cuestiones que evidencian que la Política refiere, objetivamente (es decir, más allá de las intenciones de quienes “hacen o hacemos política”), a dimensiones que exceden las relaciones de poder,
- dos, porque la definición no contempla el para qué o el objetivo de tal disciplina científica y tal práctica,
- tres, porque de acuerdo a la definición de Deseo según mi creación, el Método Vincular, surge una disociación, una escisión y, finalmente, una exclusión de uno de los términos, con lo cual incurría en un déficit de articulación, contraviniendo una de las premisas de dicho Método la cual precisa que una de las razones de su denominación, de la denominación del MV, es la de que vincula la totalidad de los elementos y datos que se dan en un campo destinado al conocimiento.
Con respecto al primer ángulo, la Política al ocuparse de las relaciones de poder canaliza, intenta plasmar o materializa aspiraciones de una persona o de un grupo o de una organización o de un colectivo: al menos así se nos aparece, ya que en rigor toda aspiración de una persona, en política, siempre deviene de su lugar de pertenencia a un grupo, organización o colectivo del que se trate. Dejo en claro que una organización o un colectivo, incluyen desde la familia, pasando por la totalidad de las agrupaciones orgánicas de las sociedades o de la Humanidad, hasta las naciones y lo supranacional.
Acerca del segundo de los ángulos enunciados, la definición se circunscribe a la Política como medio –“interpretar las relaciones de poder y operar sobre las mismas”- sin establecer la finalidad del empleo de tal medio.
Finalmente, con relación al tercer ángulo, vale traer a colación que, aplicando el Método Vincular, defino al Deseo como la articulación entre
la aspiración a construir y ejercer poder
y
la búsqueda de concreción del Ideal
El segundo axioma del Método Vincular es:
El Ideal es el referente primordial
Como ya he publicado en diversos textos, el Método Vincular funda una ciencia cuyo objeto es la interacción social en todos los campos de lo Humano: social propiamente dicho, político, educacional, sanitario, recreativo, mercado, etc.
En todo proceso de interacción social operan ideales como referentes a los que calificamos de primordiales: es decir, de constitutivos o fundamentales. Tales ideales, summum de perfección, son inconscientes y deben ser detectados por vía de la investigación cualitativa.
Esta aclaración es de vital importancia, ya que gobernantes, líderes, referentes, intelectuales, consultores, asesores, medios y encuestas se basan en lo manifiesto, en lo superficial, en las opiniones y expectativas conscientemente volcadas y circunscriptas a la voluntad con lo cual se cae y recae en elaboraciones antojadizas carentes de toda sustentabilidad epistemológica.
A esta altura debería estar claro que la conciencia y la voluntad tienen un alcance limitado y, a menudo, son enmascaradoras.
Por lo tanto, la herramienta confiable para detectar los ideales y, con ellos, las motivaciones, opiniones y expectativas tanto conscientes como las que hunden sus raíces en lo inconsciente, es la investigación social cualitativa tal como la describe y aplica el Método Vincular.
Volviendo a lo que destaco en el tercer ángulo arriba mencionado, la definición que hasta ahora había elaborado sobre la Política se circunscribía al poder y omitía el ideal.
Entonces, el concepto de Política según el Método Vincular, concepto que debe reflejarse en la correspondiente definición, debe conjugar las relaciones de poder y el Ideal, articulación que remite al Deseo.
De tal manera, la actualización del concepto de Política tal como fue aquí expuesta se traduce en la siguiente definición:
La Política es la disciplina científica y la práctica que tienen por objeto articular las relaciones de poder, interpretándolas y operando sobre ellas, con el Ideal o referente primordial de un determinado colectivo, a los fines de la realización de tal colectivo.
Ese colectivo es fundamentalmente, si consideramos a la Argentina, la conjunción nación-pueblo-trabajadores con el imperativo de la integración latinoamericana y de unión con los pueblos y naciones dependientes u oprimidos del planeta.
Hacer esta última precisión es útil también para explicar y explicitar el cierre de la definición: “a los fines de la realización de tal colectivo”.
El colectivo o dicha conjunción se hallan estado de virtualidad o potencial a la espera de realizarse: es decir, se trata de pasar de lo que visualizamos como deseable a real.
Rubén Rojas Breu
Buenos Aires, julio 28 de 2021